El Sentido de la Noche (Ediciones en Danza 2021)

 





    

Después de la noche y sus revelaciones
 
Me sumergí en la expectación de una voz buceando profundidades de la noche, como un mar de incertidumbres, transitando  en indagaciones del ser y su vínculo con el universo. La noche como espacio temporal y vital de íntimos encuentros con sentidos ocultos en la naturaleza circundante, en la profundidad del yo poético, y paradójicamente hendidura de luz, tregua donde puede llegar a verse lo que a menudo se ignora.
En las palabras de Liliana convergen una curiosidad alerta, un placer de experimentación y una suave vibración de ternuras vivenciadas en encuentros sensoriales con el entorno del paisaje. En un tránsito de tiempos la noche se devela y se revela como una dimensión vasta donde todo cabe, hasta el lenguaje de las aves, como arrullo guardado en ecos silenciosos, y simbiotizada con ellos la voz poética. 
Experiencia de la oscuridad como expansión, desafío y descubrimiento, revelaciones íntimas que propician la chispa del poema, atisbos de palabras que florecen hacia su propia luz; afloramiento de poesía como un ars poética revelada en páginas que devienen en gozo emocional que libera temores.
Las estrellas son luminiscencias que disipan oscuridades internas y conectan con la naturaleza y el universo. Así resplandece la brevedad y contundencia de los poemas, claves vitales desde perfumes y rumores como señales. Esto se asocia con ciertos efectos del haiku. Observación que simultáneamente revela un sentido interior profundo, percepción de una energía que se traslada a otras vivencias cargándose de significaciones hondas.
Lo desmembrado en la oscuridad deviene en formas nuevas en la poesía que recompone el caos, con actitud de inocencia, casi de niño aprehendiendo el mundo.
Todo sugiere que la corporeidad humana se completa en la integración totalizadora con los secretos de la naturaleza. El cuerpo necesita de ese vínculo para comprender-se, para encontrar-se y expresar-se.
La voz poética espera en calma el fruto de las palabras, como el sembrador luego de esparcir sus semillas. La poesía es un cuenco donde germinan las diversas formas de nombrar. Y a su vez el porvenir es un misterio, campo de voces inasibles, sendero de incertidumbres y posibilidades.
 
Acaso la noche sería una frontera por la que podríamos atravesar lo perceptible, hacia el otro lado de lo ya conocido. Y entonces la palabra es piedra que puede arrojarse o sostenerse, y forma susceptible de cambios dejándose llevar y moldear por las talladuras del tiempo y del viento.
La oscuridad guarda luminiscencias reveladoras, como el silencio que contiene la síntesis entre lo dicho y lo callado, poesía que condensa una brevedad expansiva de sentidos.
Metáfora del proceso creador, la noche es el frágil instante de la escritura insomne atravesando claroscuros de la página, arrojándose al abismo que sirve para emprender vuelo. Espacio de espera y de transformaciones, mutación de dimensiones y de miradas, indagaciones que van creando formas y sensaciones nuevas.
El poema es el testigo de ese tiempo de oscuridad y revelaciones luminosas. Y la poeta es quien danza en ese concierto de silencios y palabras, con versos despojados y livianos, desnuda ante la inmensidad de una naturaleza que dilucida y da sentidos. El final es casi una entrega instintiva, libre.
Y así, probablemente, “el sentido de la noche” es la plenitud de saber esperar, entregado a sus sortilegios y misterios.
 
 
                                                                                  Ricardo Luis Trombino

                                                                                  San Juan, Julio de 2021.

 

 


https://drive.google.com/file/d/1GvmNsWcprGuyMatf_NYuTRCCIgzyhkf_/view?usp=sharing


   El libro "El libro el sentido de la noche" se publicó por Ediciones en Danza en setiembre del 2021. Lleva una contratapa de Leandro Calle y cito:


     

Liliana Mainardi, abre y cierra los ojos, y en verdad no sabemos si junto a ella nos sumergimos en la oscuridad de la noche, o es ella misma que con su palabra crea una noche luminosa y vasta como la hoja en blanco del poeta antes de la escritura.
La noche, atraviesa con su luz cada uno de los poemas y alumbra de manera misteriosa. “No temo/ salgo descalza/ a surcar la noche”. No hay miedo, hay, en todo caso, un temor reverencial ante aquello que se manifiesta como una hierofanía. Lo sagrado que atrae y repele al mismo tiempo. Lejos del ruido citadino y la luminaria de carteles, la noche a la que nos invita Liliana Mainardi, es semejante a la de Novalis: “Pero yo me vuelvo hacia la Noche sagrada, la inefable, la misteriosa Noche”. Vuelta hacia el esplendor nocturno, la mano escribe lo que la noche dicta.

Es preciso entrar descalzos al espacio sideral de estos poemas. Desnudos y con los ojos cerrados,  escuchar y ver en el silencio de la luz. ·

 

                                                                                    Leandro Calle

                                                                                            Córdoba, junio de 2021.





             El libro tiene cuatro epígrafes en su interior y son:



"...la vida del anochecer es para contemplar el íntimo sentido"

                                                          F. Hölderlin"


"...en la noche nadie escuchará mis aullidos"

                           Jorge Leónidas Escudero


"La poesía siempre tendra ojos de perro perdido, siempre

                                         dará luz a lo imposible"

Paulina Vinderman


"...si digo agua beberé?"  "...si digo pan comeré?

                                       Alejandra Pizarnik













        6

 

Dejo rodar el cuerpo

en los yuyos

las espinas son imágenes del pasado.

Sentada

frente a la inmensidad

las arranco una a una

aunque me tome

la noche entera.

 


 


 

7

 

Despierto

en la mitad de la noche.

Solo un ladrido en la lejanía,

aquí en la orilla de mi cama

las palabras

aparecen

como espectros.

 

 

 

 


 


 

8

 

Abro la ventana

una lluvia de estrellas

se incrusta

en mi parte más oscura.

Aún respiro.

 

 


 


 

 

9

 

Y aún allí,

en la tempestad

las palabras mutiladas

dejan su huella.

¿Acaso esperan

la resurrección del poema?

 

 

 

 



 


 

10

 

A menudo la noche

es la mirada de un niño

me zambullo                                               

entre palabras oscuras

braceo a ciegas

busco llegar a la orilla

trago agua

enmudezco

sigo.

Sus luciérnagas

me guían

al supuesto paraíso.

 

 

 


 


 

11

 

La hoja en blanco

también

es la noche en el mar.

Brotan de las olas

niños a la deriva

por las guerras de unos pocos.

Amanece la orilla

en los ojos cerrados.

¿Acaso duermen?

 

 


 


 

12

 

Aves nocturnas

descarnan los ojos

¿Quién habita

en los cuerpos rapaces?

¿Qué pasaje han sacado

si hay un solo infierno?

 


 









25

 

La noche

se desliza entre las ramas.

Una palabra

solo una palabra

exorcizaría la mudez.

Si digo fuego

veo su rostro.

Si abro los ojos

se incendia el monte.

 


 

Lectura de Augusto Munaro sobre "El sentido de la noche" en Diario El Litoral Santa Fe. 

Escribí para Diario El Litoral Santa Fe, sobre "El sentido de la noche" (Ediciones En Danza), de la poeta Liliana M Mainardi. Los 37 poemas reunidos en este quinto poemario de MAINARDI buscan descifrar el misterio luminoso de la noche. El silencio alumbrador de la oscuridad. Versos cortos, de apretada métrica, cargados de enceguecida nocturnidad, cuyo estado de apertura va trazando su camino a tientas; los paisajes interiores de las más íntimas emociones. Poemas, no como mero papel impreso, sino como cartografías minúsculas de experiencia. Que fluyen y refluyen a través de urdimbres vulnerables. Versos que surcan la noche: "Camino a tientas / en el monte / toco palabras / que se clavan / como una espina de luz. / Una a una me llevan / el aliento huele / a madreselvas." Por esos parajes intensos, más allá del monte, bajo la pasión de la luna que acecha, y luciérnagas que navegan la noche; por ese camino nos invita y conduce. Nos hunde en la tierra para hacer germinar la semilla del poema. "Despierto / en la mitad de la noche. / Solo un ladrido en la lejanía,/ aquí en la orilla de mi cama / las palabras / aparecen / como espectros." En lo profundo del silencio, en el corazón embosquecido de lo sagrado. Sin improvisaciones, MAINARDI atraviesa la noche. Y de esa aventura abismal, de sus encuentros sensoriales, el desborde de la emoción alumbradora. El baile sonámbulo de la poesía. Avanzan así, las palabras hacia su destino: la enunciación del milagro revelador del verbo. "La palabra encendida / abrirá los ojos / y con sangre / raspará su nombre. / La herida acechará / como rojos cuervos. / ¿Qué insecto nocturno / lamerá la cicatriz?" Lo real en el poema es el poema, y no tanto lo real, poniendo en acción su naciente gesto liberador: la expresión sutil. Una sombra de luz, la palabra amanecida. 






                                                                                Cortaderas, San Luis Argentina.








Comentarios

Entradas más populares de este blog

BIBLIOTECA DIGITAL: Flores amanecidas, El sentido de la noche, Mientras Aletea, Huellas del fuego, Surco Abierto y Río adentro. (PDF)

Flores Amanecidas (Lidia Vinciguerra Hechos de Cultura y la Fundación Argentina para la Poesía 2023)